En España hay un gobierno legítimo.
Pero si repasamos la huelga general, los disturbios
callejeros de Valencia, los altercados de Cataluña la incitación al odio de
Rubalcaba y los llamamientos al desorden de Valenciano, vemos claramente que el
Gobierno del PP emanado de las urnas en las que se ha elegido como presidente a
Mariano Rajoy hace 100 días, sufre y resiste las agresiones del socialismo
marxista y de la izquierda cavernaria que durante siete años nos ha masacrado y
hundido en la miseria y pobreza más absoluta.
En primera instancia los socialistas estimularon
levantamientos y acampadas callejeras tomando plazas públicas, después pactaron
con mercenarios extranjeros para que la liaran en Cataluña y Valencia... Para
combatir al gobierno de Rajoy con la expectación de que el gobierno va a ceder.
Pero el gobierno de España que no es un gobierno socialista,
no responde aplastando a la oposición, no captura a sus dirigentes ni
militantes, ni se venga de las bombas incendiarias.
Los socialistas sin embargo declaran abiertamente: nosotros
vamos a pagar mercenarios, sublevar a los sindicaros y haremos que nuestras
juventudes quemen las calles.
Pero ¿qué debe hacer un
gobierno legítimo cuando la oposición sigue atacando con armas en manos,
destruyendo ciudades, destruyendo mobiliario urbano y atacando a las fuerzas de seguridad (48
policías heridos), poniendo bombas en los edificios? Es una cosa casi
surrealista. La prensa progresista a favor de los mercenarios trata de desarmar
el régimen y utilizan el legítimo derecho de autodefensa del gobierno como
pretexto para una escalada de guerra. Mientras en Europa nos siguen apretando las
tuercas, nos intimidan y se destruye más y más empleo.
Los ciudadanos cada día nos vemos más forzados a aplicar el
consejo de Francisco Villaespesa que dice:
¡QUE ENMUDEZCAN NUESTRAS LENGUAS Y EMPIECEN A HABLAR LAS MANOS!
¡QUE ENMUDEZCAN NUESTRAS LENGUAS Y EMPIECEN A HABLAR LAS MANOS!
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